Poesía
Rafael Alberti
Nocturno
Toma y toma la llave de Roma,
porque en Roma hay una calle,
en la calle hay una casa,
en la casa hay una alcoba,
en la alcoba hay una cama,
en la cama hay una dama,
una dama enamorada,
que toma la llave,
que deja la cama,
que deja la alcoba,
que deja la casa,
que sale a la calle,
que toma una espada,
que corre en la noche,
matando al que pasa,
que vuelve a su calle,
que vuelve a su casa,
que sube a su alcoba,
que se entra en su cama,
que esconde la llave,
que esconde la espada,
quedándose Roma
sin gente que pasa,
sin muerte y sin noche,
sin llave y sin dama.
El Tonto De Rafael (autorretrato Burlesco)
Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tonto llovido del cielo,
del limbo, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica, y al vuelo
todos le pican a él.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tan campante, sin carrera,
no imperial, sí tomatero,
grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tontaina tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas, bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Mas nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconsciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué runrún, qué retahíla
sube el cretino eco fiel?
¡Oh, oh, pero si es aquél
el tonto de Rafael!
Pregón
La primavera ha venido,
colgando las golondrinas
un libro de cada nido.
La paloma equivocada
hoy ya no se equivocó,
leyendo a la madrugada.
Y el saltarín gorrión,
saltando a saltitos, quiso
seguir también la lección.
Pero el asno preocupado
quiso leer el Quijote ,
comiéndolo de un bocado.
El sabiondo elefante,
a trompazos con su trompa,
recitó a Homero y al Dante.
El lobo feroz se cita
con un librero y le compra
un cuento a Caperucita.
Y aquí está lo más bonito:
una pulga un diccionario
le regala a Pulgarcito.
La rosa también leyó,
pero en llegando la noche,
ya cansada, se durmió.
Todos los peces quisieron
también leer, y al compás
de las espumas leyeron.
Y el sol y la noche oscura
pasaron toda la noche,
hasta el alba de lectura.
Y hasta la Pájara Pinta
leyó y quiso hacer un libro,
pero se manchó de tinta.
Mas alegre, cantó así:
¡Pío pío pío pic!
Verdolari lari, río,
río ric.
¡Kikirikí!
¡Ladón landera,
deralón dinera,
medirlín, nedirlón, nedirlera,
ronda rondalín randul
faró raralay
guiri guiray
bul!
¡Pío pío pío pic!
Verdolari lari, río,
río ric.
¡Kikirikí!
¡Vivir leyendo, leyendo!
mientras la paz en el mundo
no se nos vaya muriendo.
¡Paz, paz, paz para leer!
Un libro abierto en el alba
y otro en el amanecer
Si Mi Voz Muriera En Tierra
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!
(Marinero en tierra, 1924)
Por la noche, ya al subir,
por la tarde, ya al bajar,
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Vaivén
¿Es azul, noche delante ?
¿Es lila, tarde detrás ?
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Si el pájaro serio canta
que es azul su azulear,
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Si el mirlo liliburlero,
que es lila su lilear,
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Ya nieve azul a la ida,
nieve lila al retornar ;
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Rafael Alberti ( Poeta español. Cádiz 1902-1999)
Toma y toma la llave de Roma,
porque en Roma hay una calle,
en la calle hay una casa,
en la casa hay una alcoba,
en la alcoba hay una cama,
en la cama hay una dama,
una dama enamorada,
que toma la llave,
que deja la cama,
que deja la alcoba,
que deja la casa,
que sale a la calle,
que toma una espada,
que corre en la noche,
matando al que pasa,
que vuelve a su calle,
que vuelve a su casa,
que sube a su alcoba,
que se entra en su cama,
que esconde la llave,
que esconde la espada,
quedándose Roma
sin gente que pasa,
sin muerte y sin noche,
sin llave y sin dama.
El Tonto De Rafael (autorretrato Burlesco)
Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tonto llovido del cielo,
del limbo, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica, y al vuelo
todos le pican a él.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tan campante, sin carrera,
no imperial, sí tomatero,
grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tontaina tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas, bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Mas nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconsciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué runrún, qué retahíla
sube el cretino eco fiel?
¡Oh, oh, pero si es aquél
el tonto de Rafael!
Pregón
La primavera ha venido,
colgando las golondrinas
un libro de cada nido.
La paloma equivocada
hoy ya no se equivocó,
leyendo a la madrugada.
Y el saltarín gorrión,
saltando a saltitos, quiso
seguir también la lección.
Pero el asno preocupado
quiso leer el Quijote ,
comiéndolo de un bocado.
El sabiondo elefante,
a trompazos con su trompa,
recitó a Homero y al Dante.
El lobo feroz se cita
con un librero y le compra
un cuento a Caperucita.
Y aquí está lo más bonito:
una pulga un diccionario
le regala a Pulgarcito.
La rosa también leyó,
pero en llegando la noche,
ya cansada, se durmió.
Todos los peces quisieron
también leer, y al compás
de las espumas leyeron.
Y el sol y la noche oscura
pasaron toda la noche,
hasta el alba de lectura.
Y hasta la Pájara Pinta
leyó y quiso hacer un libro,
pero se manchó de tinta.
Mas alegre, cantó así:
¡Pío pío pío pic!
Verdolari lari, río,
río ric.
¡Kikirikí!
¡Ladón landera,
deralón dinera,
medirlín, nedirlón, nedirlera,
ronda rondalín randul
faró raralay
guiri guiray
bul!
¡Pío pío pío pic!
Verdolari lari, río,
río ric.
¡Kikirikí!
¡Vivir leyendo, leyendo!
mientras la paz en el mundo
no se nos vaya muriendo.
¡Paz, paz, paz para leer!
Un libro abierto en el alba
y otro en el amanecer
Si Mi Voz Muriera En Tierra
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!
(Marinero en tierra, 1924)
Por la noche, ya al subir,
por la tarde, ya al bajar,
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Vaivén
¿Es azul, noche delante ?
¿Es lila, tarde detrás ?
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Si el pájaro serio canta
que es azul su azulear,
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Si el mirlo liliburlero,
que es lila su lilear,
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Ya nieve azul a la ida,
nieve lila al retornar ;
yo quiero pisar la nieve
azul de jacarandá.
Rafael Alberti ( Poeta español. Cádiz 1902-1999)